a mamá

Sé que no sé decir las cosas y quizá las mal interpretes… bueno es siempre.
Estoy harta de que hables así de mi papá, criticándolo siempre, ponte la mano en el corazón y piensa ¿eras feliz con él? yo creo que no, estoy segura de que no; se te nota hasta en el animo lo bien que estas ahora, ya no eres la mamá neurótica e irascible de antes, se te nota hasta mucho más feliz… y si es así, ¿Por qué no puedes dejar las cosas atrás y dejas de reprocharle a mi papá todo lo que te hizo?, si estas bien ahora ¿Por qué tienes que recordar tanto las cosas del pasado?, déjalo atrás, vive tu nueva vida y se feliz, si siempre vas a estar “odiando” prácticamente a alguien, jamás vas a poder ser feliz de verdad… te puede haber hecho muchas cosas, yo no sé, no me acuerdo y si se porto mal contigo y con nosotras, no lo recuerdo, no quiero saberlo tampoco, tengo la imagen de un papá sacrificado por mi, que me apoya, que cree en mi, que me da animo para que siga adelante que me da concejos y esas cosas, deja esa imagen así, no quiero que cambie, se que no es perfecto y que ha hecho muchas cosas malas, pero quiero recodar, ni tener esas cosas en mi mente. Yo creo que la gente se arrepiente de la cosas, como creo también que cambian, si hizo cosas malas, igual tiene que haber hecho cosas buenas, no creo que tu hayas estado casada por más de 20 años con un idiota, por mucho que hayan sido sacrificios por tus guachas…
Tengo la imagen de una mamá que me entrego valores, principios morales; que me entrego cariño, aunque no es demostrativa y que piense que todas las cosas que me enseño me las paso por el poto, que soy una incompetente, que nunca que me apoya en nada, porque soy pésima para todo… ¿te has dado cuenta que nunca he recibido una palabra de apoyo de tu parte y que cada vez que quiero algo me hundes? No eres capas de conversar conmigo, si no que siempre terminas echando mierda a todo lo que hago…
Te amo, eres mi mamá, se que la embarro a veces, que soy desubicada y que siempre digo las cosas de la peor manera. No se si es que evito acercarme a ti porque me da miedo a que me rechaces como siempre, o es miedo a pelear contigo como siempre o es por que en estos últimos años me he dado cuenta que te da lo mismo si estoy o no, total, siempre esta la Carolina.Por eso huyo y no me acerco, porque si me doy cuenta de que no me soportas, no quiero recordarte como una mamá que me reprochaba todo, si no que es la persona que me hizo ser como soy. se que tengo muchos defectos, pero también tengo cosas buenas; siempre fuiste mi modelo a seguir desde pequeña, una mujer decidida, de carácter fuerte, la que una vez me dijo “debes culturizarte y opinar, por que una mujer sin opinión es nada”, a la que no le entraban balas, una mujer sacrificada, la que enseño muchas cosas más; pero ahora, que te veo, tan bipolar, tan feliz y tan amargada, no entiendo; está bien que seas incrédula y desconfiada, pero, tanto así como para que ya ni siquiera seas capas de creer que puedo seguir los principios que me inculcaste, que creas que soy “alcohólica”, “drogadicta”, lo único que te faltaba pensar de mi era que era una prostituta cualquiera… me gusta salir, me gusta tomarme un trago con mis amigos cuando tengo tiempo, no consumo drogas ni mucho menos me meto con el primer tipo que se me cruza, tengo valores y principios, me los enseñaste tu, y no creo que los olvide nunca.
Déjame quedarme con la imagen que tengo de mi papá y también déjame quedarme con la imagen que tengo de ti cuando era pequeña….

No debes preocuparte tanto, me queda como un año más o menos y de ahí no me tienes que volver a ver nunca más si quieres…

Adiós